RT info:eu-repo/semantics/bookPart T1 Evolución y competencias de las Innovaciones luminotécnicas en el teatro decimonónico: del gas a la electricidad A1 Peruarena Arregui, Juan A1 Díaz-Emparanza Almoguera, Miguel K1 música K1 teatro K1 teatro K1 gas K1 electricidad K1 tecnología K1 6203.06 Música, Musicología AB La paulatina implantación del gas en los teatros del s. XIX constituyó una gran innovación técnica que, facilitando la conciliación de perspectivas contemporáneas de la escena teatral con los requerimientos plásticos del hecho representacional, se transformó en un elemento diferenciador de los modernos avances científicos así como objeto revelador de narrativas escénicas.Si bien las primeras experiencias con el gas nacen en Londres en 1816, al aplicarse a elementos de alumbrado público, en España no es hasta 1826 cuando se inician los experimentos iniciales que culminarán con la instalación del alumbrado por gas en la inauguración del teatro del Liceo de Barcelona, en 1847. El equipamiento tipo, ordinario, consistía en una red subterránea de distribución a base de tubos de hierro colado o fundición, alimentados por el servicio de la fábrica del gas correspondiente, que proporcionaba el elemento debidamente depurado y medido, al hacerlo pasar por el llamado contador de fabricación. Pero también el gas, como cualquier sistema de iluminación artificial activo en interiores, y más en el caso de la profusión de fuentes de luz empleadas en el teatro, incidía en la elevación de la temperatura del local, así como en la rarefacción y viciamiento del aire. Mientras el consumo de oxígeno de las velas y lámparas de aceite era tan bajo que el aire no resultaba seriamente viciado, la iluminación a gas, de calibre decididamente mayor, consumía enormes cantidades de oxígeno, alteraba la composición química del aire y caldeaba el ambiente hasta alcanzar temperaturas insoportables (Schivelbusch 1994).A pesar de las innegables virtudes estéticas, la versatilidad de posibilidades y de lo costoso de su implantación, el alumbrado por gas no duraría más de cuarenta años, dando paso la implantación de la electricidad como solución rendimiento superior en cuanto a potencia, prestaciones, salubridad e higiene (carencia de emanaciones, reducción del calor, etc. (Armaignaud, 1892) que hacía de esta energía, en principio, una fuente de luz óptima para el juego teatral; sin embargo su empleo no conquistó inmediatamente una aquiescencia general. Incluso en Francia, país pionero en su uso, las críticas finiseculares se sucedieron.De forma paralela, no obstante, la electricidad también comenzará a aprovecharse en el teatro como potencia motriz, explotándose sus posibilidades en tanto energía aplicada a la automatización del engranaje escénico en substitución de la fuerza mecánica hasta entonces empleada. Sus eventuales prestaciones, además de incurrir en la agilización de los servicios, asistencias y recursos tradicionales de la rutina espectacular, pronto fueron apercibidas como un factor de progreso contribuyente en la actualización de los modos escénicos, concurrente tanto en el sistema productivo como en los protocolos vinculados a la propia dinámica del ejercicio teatral e incluso en el diseño dramatúrgico de las obras. PB Mc Graw Hill SN 978-841-918-792-5 YR 2022 FD 2022 LK https://uvadoc.uva.es/handle/10324/65250 UL https://uvadoc.uva.es/handle/10324/65250 LA spa NO Melero-Tur, S.; González-Lezcano, R.A. Aprender innovando. Transferencia del conocimiento en los estudios de Historia, Artes, Arquitectura y Diseño. Madrid: Mc Graw Hill, Proyecto Aula Magna, 2022, p.646-667. NO Producción Científica DS UVaDOC RD 17-may-2024