La prevalencia mundial de la diabetes mellitus (DM) ha aumentado en los últimos 20 años (en 1985 se calculaba que había 30 millones de casos, en tanto que el año 2000 se calculó que había 177 millones12), estando estrechamente relacionado con hábitos de vida cada vez más sedentarios y el aumento de la obesidad. Las previsiones para el año 2030 calculan que habrá más de 366 millones de diabéticos en todo el mundo10 (5 a 6 millones de casos nuevos cada año) 12. En España, la prevalencia de la DM tipo 2 es del 14 % 9, siendo la mitad de ellos desconocidos (6%)10.
Debido a la mayor asociación de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) junto al efecto de la hiperglucemia sobre la macro y microangiopatía, los pacientes diabéticos presentan un alto riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, con un riesgo de mortalidad semejante al de aquellos sujetos sin DM pero que ya han tenido un evento1,2. Es por este motivo que “las guías de práctica clínica consideran a la DM como equivalente de enfermedad cardiovascular establecida”.
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