Los sedimentos fluviales juegan un papel muy importante como medio de transporte de materiales y como sumidero y reservorio de contaminantes, debido a su capacidad para retener compuestos presentes en la columna de agua. La procedencia de las sustancias tóxicas puede ser natural, debido a la erosión de la roca madre, o antropogénica, como consecuencia de las actividades desarrolladas en la cuenca fluvial.
El conocimiento de la geoquímica de los sedimentos permite entender los fenómenos de transporte de partículas y los mecanismos de movilización de contaminantes, y evaluar su riesgo ecotóxico en caso de producirse cambios bruscos en las condiciones ambientales del sistema fluvial.
En este trabajo se han estudiado los sedimentos de dos sistemas fluviales, el Río Negro, situado en la provincia del Chaco, y el río Riachuelo, localizado en la provincia de Corrientes, ambos tributarios del Río Paraná, Argentina. Ambos son cursos fluviales de llanura subtropical, caracterizados por su recorrido relativamente corto y su baja pendiente, que incrementa los tiempos de residencia y favorece los fenómenos de intercambio agua/sedimento.
