La idea del proyecto surge de la reflexión sobre la relación histórica entre dos mundos tan distintos como la Arquitectura y el Automóvil. Pese a tener grandes diferencias, a lo largo de la historia cada disciplina ha influenciado sobre la otra provocando cambios importantísimos. El proyecto trata de reflejar la industria para la cual ha sido proyectado, por medio de los materiales, la forma o estableciendo analogías sobre el funcionamiento de las partes en beneficio del todo. Hoy en día la industria del automóvil avanza hacia un modelo de movilidad eficiente y respetuosa con el medio ambiente, utilizando las últimas innovaciones en motores, energía o materiales. Buscando seguir el modelo eficiente de la marca Renault, se apuesta por una solución de fachada ligera textil que mediante cojines hinchados de manera hidráulica contribuye a que el edificio sea más eficiente. Esta línea exterior formará una doble fachada cuyo espacio albergará el elemento protagonista del proyecto, la rampa helicoidal. Esta rampa recorre el perímetro del edificio comunicando las distintas plantas de exposición, el recorrido está pensado para que el usuario comience en la cota más alta del cilindro y a medida que va recorriendo las salas de exposición desciende por la rampa con vistas al entorno de la parcela. Se buscan visiones dinámicas que hagan de la experiencia un recuerdo imborrable.
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