La enfermedad genera una serie de dificultades tanto para el enfermo como para su familia, produciendo situaciones de malestar, preocupación y nerviosismo. La persona que enferma experimenta un cambio repentino al que debe hacer frente, junto a un posterior periodo de convalecencia en la mayoría de los casos.
Ante estas situaciones, es indiscutible que el papel del apoyo social es trascendental a la hora de incrementar el bienestar emocional y físico de los individuos. Las redes de apoyo social ayudan a minimizar el estrés que genera la enfermedad y a adaptarse a ella desarrollando una actitud de enfrentamiento.
En nuestra sociedad, la familia es la institución principal que proporciona apoyo social al enfermo, pero el cambio reciente de la estructura familiar española y las redes sociales han generado transformaciones en el modo de tratar y cuidar a las personas enfermas, dando lugar a nuevas realidades y a la crisis de los cuidados.
Además de tratar lo anterior y la relación existente entre apoyo social y salud, es oportuno que, este trabajo sirva para promover la función del trabajador social sanitario en Atención Especializada como proveedor de apoyo social, y realizar una revisión de los diferentes recursos que podemos utilizar hoy en día para afrontar estas situaciones.
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