Tras solo veinticinco años de existencia en el orden contencioso administrativo, el recurso de casación ha sido reformado en profundidad por la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio, con la finalidad de que sirva para asegurar la uniformidad en la aplicación judicial del derecho. Para lograr este objetivo se ha introducido como elemento clave el interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia. A la vista por tanto del importante papel que se le atribuye al Tribunal Supremo, el presente trabajo analiza la labor desarrollada por el mismo durante los tres años que el nuevo recurso de casación lleva en vigor, con especial atención a las decisiones que han delimitado el concepto de interés casacional objetivo y a las que cumplen la función interpretativa y de formación de jurisprudencia, en particular en relación con la LJCA. También se hace un estudio sobre los principales problemas que plantea el recurso de casación autonómico, que tiene una regulación legal claramente insuficiente.
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