Fort D. A. Russell: un nuevo modelo de museo. Materia, espacio y color en la rehabilitación de los pabellones de artillería de Donald Judd en Marfa, Texas

Abstract

De manera complementaria a su creación escultórica, el artista estadounidense Donald Judd elaboró unos planteamientos teóricos con el objetivo de asentar su trabajo conceptualmente, al tiempo que establecía contacto con la arquitectura para crear el entorno físico adecuado para su exposición. La rehabilitación de unos antiguos pabellones de artillería pertenecientes a la base militar Fort D. A. Russell le ofreció la ocasión ideal para desarrollar un nuevo concepto de museo, que tuviera la capacidad de albergar unas obras de gran formato diseñadas expresamente para esos espacios, superando las posibilidades de la exhibición tradicional. El interés por las cualidades específicas, intrínsecas y físicas de los materiales, que ya había manifestado con su producción artística, le llevó a trabajar con esa materialidad en la adecuación de los referidos espacios expositivos, obteniendo un enorme éxito en la experiencia perceptiva de las obras que allí se instalaron. En definitiva, la recuperación de la belleza mediante materiales tradicionales y elementos originales favoreció las propiedades visuales de esas creaciones que configuraban las distintas muestras, dando como resultado una intervención caracterizada por la claridad y la coherencia del conjunto. La propuesta de restauración, que fue llevada a cabo entre los años 1979 y 1985, apostó de ese modo por la preservación de la arquitectura y la reutilización adaptativa, a través de unas soluciones constructivas que abogaban por un equilibrio entre materia, espacio y color.

Parallel to his sculptural creation, the American artist Donald Judd elaborated theoretical approaches with the objective of establishing his work conceptually, while establishing contact with the architecture to create the physical environment suitable for his exhibition. The rehabilitation of two artillery sheds at the Fort D. A. Russell military base offered him the ideal opportunity to develop a new model of museum that had the capacity to exhibit large format works designed specifically for those spaces, surpassing the possibilities of the traditional exhibition. The interest in the specific, intrinsic and physical qualities of the materials, which he had already expressed with his artistic production, led him to work with this materiality in the adequacy of the said exhibition spaces, obtaining a great success in the perceptive experience of the works which were installed there. Ultimately, the recovery of beauty through traditional materials and original elements favored the visual properties of these creations that shaped the different exhibitions, resulting in an intervention characterized by clarity and coherence of the whole. The restoration, which was carried out between 1979 and 1985, bet on the preservation of architecture and adaptative reuse, through constructive solutions that advocated a balance between matter, space and color.