La Universidad de Valladolid decide iniciar la evaluación de su Servicio de Biblioteca con un doble objetivo: 1. determinar, mediante un análisis en profundidad de su funcionamiento, cuáles son sus puntos fuertes y qué otros están necesitados de refuerzo, con el fin de diseñar estrategias que mejoren su servicio; y 2. poder presentarse al certificado de Calidad convocado por el Ministerio. Con estos objetivos, en enero de 2004 se solicitan voluntarios entre el personal de la Biblioteca para participar en el proceso. Con las propuestas presentadas se constituye un Comité en el que se tiene especial atención a que haya representación de las distintas categorías del personal, así como de las Bibliotecas de diferentes áreas de conocimiento y de los cuatro Campus. Una vez establecida la metodología del proceso, el Comité de Autoevaluación ha abordado cada uno de los criterios de la Guía. Para esta tarea ha utilizado el modelo de Evaluación de Bibliotecas de la UCUA (Unidad para la Calidad de las Universidades Andaluzas). La evaluación de la Biblioteca Universitaria ha sido un proceso largo y difícil, que ha representado una gran carga de trabajo para los miembros del Comité. Sin embargo, a pesar de las limitaciones y del arduo trabajo realizado, creemos que la evaluación ha servido para llevar a cabo una revisión a fondo del servicio de la biblioteca en su totalidad. Tal vez el valor más positivo de esta evaluación ha sido caer en la cuenta de la importancia de afrontar con periodicidad un trabajo de planificación, establecimiento de objetivos y métodos, y revisión sistemática de resultados.
