La llegada de la pandemia COVID-19 puso en evidencia el riesgo de una posible falta de
atención de los ancianos de las residencias de mayores. Aportamos la experiencia de un
equipo multidisciplinar con profesionales voluntarios de diferentes especialidades que
realizó una labor de apoyo a los profesionales sanitarios de las residencias. Este equipo se
implementó desde las gerencias de atención primaria y de atención especializada. La
sistemática de trabajo se inspiraba en el de hospitalización a domicilio e incluía la atención
directa de los pacientes más complejos y el asesoramiento en las medidas de prevención,
aislamiento e higiene dentro de la residencia. De este modo fue posible que los ancianos de
las residencias con sospecha o diagnóstico de COVID-19 recibieran una atención adecuada
por parte de un equipo interdisciplinar, que se descargara parte de la presión de los
profesionales de las residencias y que los familiares percibieran que no existía abandono
terapéutico. El compromiso desde diversos niveles asistenciales en una labor coordinada ha
conseguido evitar que una población vulnerable pudiera quedar desatendido durante la
pandemia.
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