El día 26 de mayo de 1808 Santander se levantó contra Napoleón y, ante la difícil coordinación con Asturias, buscó el apoyo de Gran Bretaña por su cuenta. Este artículo analiza los contactos que las autoridades cántabras establecieron con el Gobierno británico hasta finales de ese año. Para ello se ha examinado especialmente la correspondencia de los principales interlocutores: el Obispo de Santander, John Hunter, Philip K. Roche y James Leith. Las negociaciones no obtuvieron los resultados esperados y la ayuda recibida fue mínima. Sin embargo, su estudio aporta nuevos datos sobre las relaciones anglo-españolas durante la Guerra de la Independencia.
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