La censura teatral en el Siglo de Oro

Abstract

Esta monografía estudia el fenómeno de la censura teatral en los Siglos de Oro tanto desde un plano teórico (normativa, controversias, periodización) como desde su vertiente más práctica y tangible, la de los manuscritos e impresos teatrales conservados que contienen huellas de su paso por el control censorio y la de las personas involucradas en los procedimientos. Esos testimonios teatrales contienen datos sobre qué censor aprobó (o desaprobó) cierta obra en un lugar concreto en una determinada fecha. Pero también contienen dentro de sí la información para nosotros más valiosa: la de los versos que fueron cancelados o modificados por considerarse inmorales, irreverentes o peligrosos. Es esta una información que estaba ahí, en los testimonios (sobre todo en los manuscritos), pero a la que no se había prestado atención. O muy pocas veces había sido atendida. Y creemos que es del mayor interés saber qué cosas no les autorizaron decir en su época a nuestros dramaturgos. Lope, Calderón, Tirso y compañía eran, en su mayoría, gente de orden (religiosos, sacerdotes o teólogos, cronistas reales, dramaturgo de cámara, confesores de la realeza, familiares de la Inquisición…), y gozaban incluso de cierto poder o al menos de la protección de su prestigio. Pero incluso a ellos los censores les tenían que llamar a veces la atención y les prohibían versos y pasajes de sus obras teatrales, o hasta alguna obra en su conjunto. De ahí para abajo, al resto de los centenares de escritores teatrales que hubo en esos siglo, la intervención de la censura sobre sus obras les marcó el paso severamente. El cotejo detenido de los efectos de la acción de la censura sobre sus obras permite fijar de forma bastante aproximada los principales contenidos temáticos, expresiones y campos semánticos que solían preocupar a los examinadores encargados de velar por que las obras teatrales no contuviesen nada atentatorio «contra la santa fe, nuestra buena política ni costumbres»: la desvergüenza y sus representantes habituales ocupan el primer lugar de ese catálogo de lo reprobable, y los contenidos recurrentes más perseguidos por la censura son la religión, la moral, la política, la crítica social y el sexo, pero no necesariamente por ese orden y sin perjuicio de otros. Las preocupaciones de la censura iban mucho más allá de «simples» cuestiones doctrinales controvertidas (la inmanencia del alma, la Inmaculada Concepción, la doble naturaleza –humana y divina– de Cristo, etc.), como ilustramos abundantemente, con muchas y muy variadas comedias. En realidad, todo aquello que se consideraba indecente o desvergonzado era suprimido sin miramientos, si bien a lo largo del Siglo de Oro la intensidad en la presión censoria fue variable, hubo cosas que se prohibieron en determinado momento pero se aprobaron en otro, etc. Como la casuística es muy variada, hemos espigado en obras de diferentes periodos desde finales del siglo XVI a comienzos del XVIII, y alternando los ejemplos ya conocidos –pues conciernen a grandes autores (Calderón, Tirso, Lope, Vélez de Guevara) y a obras muy leídas– con otros tomados de autores menos célebres o de obras poco estudiadas, muchas de las cuales adolecen de falta de calidad literaria o interés teatral, pero son una mina de ejemplos curiosos y muy ilustrativos. Nuestra monografía plantea una panorámica diacrónica del sistema de censura teatral (legislación, funcionamiento práctico, instituciones y personas, controversias sobre la licitud del teatro) y un estudio de las fuentes materiales (obras manuscritas e impresas, expedientes y otros documentos inquisitoriales) desde el punto de vista de la intervención de la censura: licencias de representación, aprobaciones, modificaciones textuales, etc. La abundante información disponible (mucha de ella inédita o poco conocida) nos permite ofrecer un amplio soporte documental al estudio teórico, que pretende ser también una síntesis crítica de la bibliografía sobre la materia.