Un año antes de que la Jefatura del Estado promulgase la Ley de ordenación de la Universidad española (1943), varias disposiciones del Ministerio de Educación Nacional anticiparon la restauración / refundación de los Colegios Mayores. A pesar del lastre que suponía invocar a la «Universidad Imperial», la diversidad de promotores -Universidad, FET-JONS, cor- poraciones públicas yprivadas- posibilitó que, sin eludir el control ministerial (legislación vigente) naciese un haz de centros cuya identidad aireaban sus Estatutos. En sus albores, primaron los colegios masculi- nos sobre los femeninos, ambos insuficientes.
Una experiencia educativa universitaria acumulada desde 1933 respaldó el paso de la Residencia Universitaria femenina, instaurada en aquella fecha en Valladolid por al Institución Teresiana, para obtener al categoría oficial de Colegio Mayor, con Estatutos propios y su nombre: «María de Molina».
Nacía así, dentro de la Universidad de Valladolid, el primer Colegio Mayor femenino, para compartir la tarea educativa universitaria junto con el CM «Felipe I» /«Santa Cruz». Una institución pionera cuya identidad y prestigio permanecen hoy. De us historia ofrecemos ahora los rasgos básicos definidores del «María de Molina»: desde us «prehistoria» como Residencia, nacimiento y desarollo del Colegio Mayor hasta comenzar al transición democrática.
