La progresiva confrontación de los españoles frente a sus coetáneos extranjeros durante el Franquismo como consecuencia de la invasión turística puso en evidencia los llamativos contrastes que existían entre la particular idiosincrasia de la población autóctona y la de sus visitantes. El choque cultural era evidente: la antigua moralidad católica se veía enfrentada a esa supuesta amoralidad de la cultura internacional turística que escandalizaba y fascinaba a los españoles en idéntica proporción.
Como bien es sabido, dicha confrontación fue representada hasta la saciedad en un subgénero cinematográfico tan popular como bien estudiado por la crítica (las llamadas “españoladas” o comedia sexy ibérica) (Renard 2013). Fenómeno similar se produjo también en las novelas españolas de los años 1950-1970, por las que al mismo tiempo transitaban con frecuencia los consabidos personajes extranjeros con los que los españoles se proponían sin éxito medir sus fuerzas. No obstante, y a diferencia de lo ocurrido en los estudios sobre la historia del cine español, este motivo recurrente en la literatura de la época apenas ha sido mencionado por los estudiosos de la novela franquista. Este trabajo se propone llamar la atención de la crítica sobre las numerosísimas novelas españolas del Franquismo cuya temática gira en torno a esa dualidad español/extranjero.
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