El consumo de psicoactivos, como el alcohol, las drogas ilícitas y los medicamentos prescritos, puede tener efectos negativos sobre la salud mental de los jóvenes, aumentando el riesgo de trastornos mentales y problemas emocionales. Se ha evidenciado un aumento de la drogadicción en población joven, siendo los niveles actuales de consumo en muchos países superiores a los de la generación anterior. El consumo de sustancias psicoactivas puede ser un factor de riesgo de suicidio en jóvenes, ya que puede alterar su estado de ánimo, aumentar los sentimientos de ansiedad, depresión y desesperanza, así como disminuir su capacidad de afrontar situaciones estresantes. Por ello, sería interesante investigar si existe una clara relación directa entre el consumo de estas sustancias y el riesgo de suicidio para de este modo detectarlo de manera temprana, pudiendo aplicar estrategias de prevención.
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