La enfermedad de Alzheimer (EA) constituye la causa más común de demencia y está caracterizada por la pérdida de memoria y de las habilidades cognitivas. Entre los factores de riesgo se incluyen la edad avanzada y los antecedentes familiares. La EA progresa desde una fase sin síntomas hasta una demencia grave con dependencia total y el diagnóstico se realiza mediante pruebas cognitivas, de imagen y detección de biomarcadores. En lo referente al tratamiento se distinguen la vertiente farmacológica y no farmacológica. El papel de enfermería es crucial, adaptándose a cada fase de la EA.
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