El estudio de los concursos publicados en el año 1950 por la Revista Nacional de Arquitectura permite analizar las formas de representación gráfica arquitectónica de estos años, que serán sin duda interesantes y trascendentes por tratarse de un periodo clave en la irrupción de una nueva arquitectura española tan reconocida y laureada por estamentos internacionales ya sea en Europa como en Estados Unidos.
Empezando por el Concurso de la Casa Sindical de Madrid (publicado en enero en el nº 97 de la revista y cuyo ganador fue Francisco Asís Cabrero) hasta el Concurso de la Basílica de Nª Sª de Aranzazu (del mes de noviembre y ganado por F. J. Sáenz de Oíza y Luis Laorga Gutiérrez) se suceden hasta un total de seis concursos publicados, de mayor o menor fortuna representativa y de calidad arquitectónica y de diseño urbano.
De todos ellos destaca el Concurso de Ideas para la Feria de Muestras de Bilbao, publicado en el nº 106 de la RNA, en octubre de 1950 y ganado por José María Chapa y Francisco Hurtado, los recursos representativos parecen acompañar a la tipología arquitectónica propuesta, que como en el propio fallo se advierte “…idea fundamental la de que el estudio que se premia debería de encerrar «una idea», dotada de cualidades urbanísticas y arquitectónicas convenientes para conseguir un conjunto original, apto para ser desarrollado ulteriormente dentro de normas modernas.”
Se evidencia así como este concurso destaca por su originalidad y su calidad arquitectónica y urbana y defiende estos principios trasmitiéndolos mediante recursos representativos también novedosos y de calidad (planimetrías en negativo, esquemas de funcionamiento, organigramas, buenos bocetos y por supuesto las maquetas,…).
