dc.contributor.author | Vela Delfa, Cristina | |
dc.contributor.author | Cantamutto, Lucía | |
dc.contributor.author | Núñez Cansado, María Ángeles | |
dc.date.accessioned | 2025-01-06T18:25:53Z | |
dc.date.available | 2025-01-06T18:25:53Z | |
dc.date.issued | 2020 | |
dc.identifier.citation | kala, Revista de Lenguaje y Cultura, vol. 26, núm. 2, pp. 365-384, noviembre 2021 | es |
dc.identifier.issn | 2145-566X | es |
dc.identifier.uri | https://uvadoc.uva.es/handle/10324/73046 | |
dc.description | Producción Científica | es |
dc.description.abstract | La crisis sanitaria de la COVID-19 vino acompañada de medidas de aislamiento, entre las que se encontraba el confinamiento domiciliario, que provocaron múltiples reacciones en las redes sociales. El objetivo de este artículo consiste en analizar la conversación digital observada en Twitter®, en torno al hashtag #MeQuedoEnCasa, en el periodo comprendido entre el 20 y el 27 de marzo de 2020. El estudio parte de una metodología mixta, en la que se combinan técnicas de análisis del social media mining con estrategias cualitativas propias del análisis lingüístico. Desde el punto de vista teórico, nos apoyamos en conceptos de las teorías del encuadre y de la valoración. Los resultados apuntan al enmarque positivo del confinamiento, a través de rasgos semióticos de distinto nivel: léxico, semántico y pragmático. Las cuentas más influyentes inclinaron su producción discursiva hacia la polaridad positiva. El análisis empírico permite concluir que el encuadre discursivo de esta conversación digital combina dos ejes semánticos (colectividad y salud), dos ejes enunciativos (aquí y ahora) y un eje emocional, lo que implica que hashtags como #MeQuedoEnCasa funcionan como señas de identidad social, como marcas de anclaje enunciativo y como instrumentos para fomentar la responsabilidad del individuo desde valores positivos. | es |
dc.format.mimetype | application/pdf | es |
dc.language.iso | spa | es |
dc.publisher | ïkala | es |
dc.rights.accessRights | info:eu-repo/semantics/openAccess | es |
dc.rights.uri | http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ | * |
dc.subject | Comunicación | es |
dc.subject.classification | COVID-19, framing theory, linguistic analysis, social media, appraisal theory, Twitter®, digital conversations. | es |
dc.title | Análisis del hashtag #MeQuedoEnCasa: la conversación digital por twitter® ante la emergencia producida por la COVID-19 | es |
dc.type | info:eu-repo/semantics/article | es |
dc.identifier.doi | 10.17533/udea.ikala.v26n2a08 | es |
dc.relation.publisherversion | https://www.redalyc.org/journal/2550/255070410008/html/ | es |
dc.identifier.publicationfirstpage | Introducción El 14 de marzo se declara en España el estado de alarma sanitaria, por la amenaza de la COVID-19, que imponía medidas severas de aislamiento para la ciudadanía, entre las que se incluía la permanencia obligatoria en el domicilio. Poco a poco, otros países hispanohablantes toman medidas similares, como, por ejemplo, el impuesto por la orden de “Aislamiento social, preventivo y obligatorio” en Argentina (2020). Los temas tratados en Twitter®, como termómetro de la sociedad, evidencian el impacto que estas medidas tuvieron sobre la población y, como era de prever, muchos de los enunciados producidos en este periodo abordaron cuestiones relacionadas con el coronavirus y sus consecuencias. Así, según el informe publicado por la empresa Epsilon Technologies (2020), en el periodo comprendido entre el 1 de febrero y el 22 de marzo de 2020, la etiqueta (hashtag) #MeQuedoEnCasa, o su forma alternativa #YoMeQuedoEnCasa, tuvo 1 040 142 menciones entre Twitter® e Instagram®, mientras que #Coronavirus o # COVID19 tuvieron, respectivamente, 1 768 599 y 1 503 778. El objetivo de este trabajo es investigar los procedimientos de representación discursiva en torno al confinamiento domiciliario en relación con la crisis de la COVID-19, a partir del análisis de un corpus conformado por 9712 tuits que fueron marcados con la etiqueta #MeQuedoEnCasa, o con su versión alternativa, #YoMeQuedoEnCasa, entre el 20 y el 27 de marzo de 2020. Buscamos verificar de qué manera la elección de este hashtag determina el encuadre discursivo (Entman, 2008) y opera como atributo sobre el que los sujetos construyen la representación social (Moscovici, 1961) del confinamiento en tanto que experiencia compartida (McCombs, 2006). La etiqueta #YoMeQuedoEnCasa convive en el tiempo con otras también relativas a la crisis del coronavirus; pero, a diferencia de aquellas, la formulación de este hashtag no remite directamente a la enfermedad o a la crisis sanitaria, sino a la experiencia del encierro y a la forma en la que se incorpora esta nueva situación a la cotidianidad. Es por ello por lo que #YoMeQuedoEnCasa concentra su mayor actividad discursiva en los primeros días del estado de alarma. Además, las características de la etiqueta permiten suponer una tendencia hacía la polaridad positiva. Por la manera en que se enuncia, esta etiqueta no solo activaría ciertas representaciones sociales, sino que además determinaría su representación discursiva (Moscovici, 1998). A continuación, en el siguiente apartado se recoge el marco teórico, con los conceptos que aplicamos en este estudio. Luego, se presentan el diseño metodológico del trabajo y, después, los resultados obtenidos mediante el análisis cuantitativo y el cualitativo. Por último, se incluye una sección en la que se discuten los resultados y se exponen las principales conclusiones. Marco teórico Twitter® es una red social de microblogging que permite agrupar la producción discursiva en torno a hashtags sobre los que se articula la conversación digital (Arroyas Langa et al., 2018; Larrondo et al., 2019). Estas etiquetas no solo aglutinan opiniones, sino que también determinan los procesos inferenciales. De hecho, como sostienen Molpeceres Arnáiz y Filardo Lamas (2020), […] las redes sociales son reflejo y a la vez medio de construcción de percepciones […] por su capacidad para realizar distintas funciones sociales y comunicativas a la vez, entre las que se encuentran la creación y visibilización de diversos discursos (p. 57). En tal sentido, el concepto de encuadre o framing, manejado por Entman (1993), puede ser aplicado con éxito al estudio de la construcción discursiva de los tuits, ya que nos permite relacionar la representación de una experiencia con sus contextos de interacción (Ardèvol-Abreu, 2015). Desde esta perspectiva, las etiquetas asumen una especial relevancia en la conformación de los marcos de interpretación. El encuadre determina la información recogida en un texto y la manera en que esta se organiza, se relaciona y se prioriza. Por eso, en las redes sociales, los hashtags sirven para describir la experiencia concreta o el marco conceptual al que apela el tuit. Pero también se establecen como herramientas de búsqueda, codificadas por la propia plataforma, para identificar la potencial comunidad discursiva. Precisamente, desde esta dimensión interpersonal es importante reconocer que los hashtags no se generan de forma aislada, sino en relación con otros, con los que interactúan y dialogan (Zeifer, 2020). En tal sentido, conviene recordar que, en Twitter®, las comunidades se articulan de manera compleja. Acosta y Nevache (2020) refieren cinco posibles arquetipos: 1) grupos polarizados, 2) grupos densos, 3) comunidades agrupadas, 4) redes de difusión y 5) redes de apoyo o soporte. A pesar de que, en los grupos densos o las comunidades agrupadas, pueden manifestarse vínculos estrechos, en la mayoría de las ocasiones estas comunidades se caracterizan por relaciones de baja intensidad con escasa vinculación. Es por ello por lo que, en la línea de lo sostenido por Zappavigna (2011), asumimos que los hashtags funcionan como marcas de afiliación ambiental, determinantes de los procesos de creación y mantenimiento de estas comunidades. Estas etiquetas no solo ligan las intervenciones y permiten a los participantes conocer las nuevas aportaciones de los miembros de la comunidad, sino que también encuadran los mensajes que circulan en ellas (Van Gorp, 2007), a partir de un conjunto de atributos, interpretaciones y actitudes. Pero ¿cómo se construye esta polaridad? O, dicho en otras palabras, ¿cómo se articula discursivamente esta evaluación emocional? Dado que la expresión de valores es un componente indisociable de todo proceso de comunicación, la evaluación constituye en sí misma una característica dominante del propio lenguaje como sistema y ha recibido, por ello, la atención de lingüistas interesados en distintos campos y formados en diferentes escuelas. Entre todos estos acercamientos, la teoría de la valoración (Martin y White, 2003) -appraisal theory, en inglés- constituye, a nuestro modo ver, la propuesta más interesante y productiva para el análisis de la función evaluativa en el lenguaje (Kaplan, 2004). La teoría de la valoración estudia los recursos lingüísticos empleados por los interlocutores para expresar y negociar determinadas posiciones intersubjetivas en los discursos (White, 2004). Se enmarca dentro de la lingüística sistémico-funcional, como una extensión de la investigación sobre la metafunción interpersonal. Se interesa, en particular, por aquellos recursos destinados a codificar la expresión de la valoración, la actitud y la emoción, elementos fundamentales en el encuadre ideológico de la agenda mediática. La teoría de la valoración parte de la hipótesis de que ciertos elementos lingüísticos modifican la relación afectiva del hablante con su contenido proposicional en tres dominios posibles: actitud, compromiso y gradación (Moreno Ortiz, 2019). La actitud hace referencia a los valores que los hablantes comunican en sus textos y a las respuestas emocionales que asocian con los procesos dialógicos, es decir, con la transmisión de una evaluación positiva o negativa respecto algo o alguien. Por su parte, el compromiso remite a los recursos empleados para posicionar la voz del hablante en relación con el contenido de un texto. Por último, la gradación envía a la manera en que los hablantes intensifican o disminuyen la fuerza ilocutiva de sus enunciados (Kaplan, 2004). Con la expansión de las diferentes técnicas estadísticas aplicadas al ámbito conocido como “análisis de sentimientos”, la teoría de la valoración se torna especialmente relevante, al ofrecer un correlato cualitativo, muy bien armado desde el punto de vista lingüístico, para explicar los procedimientos que nos permiten verbalizar nuestras valoraciones intersubjetivas. Método Nuestra estrategia metodológica ha sido diseñada en tres etapas: en la primera se efectuó la selección y el marcado automático del corpus. En la segunda etapa se procedió al análisis cuantitativo del corpus completo. Por último, se realizó el análisis cualitativo de una muestra reducida del corpus, seleccionada aleatoriamente. La descarga y compilación del corpus se llevó a cabo mediante una llamada (o descarga automática de tuits) al hashtag #YoMeQuedoEnCasa, a través de la interfaz de programación de aplicaciones (application programming interface, API) de Twitter®. De tal manera que, en el periodo de tiempo comprendido entre el 20 y el 27 de marzo de 2020, se recuperaron un total de 9712 tuits que contenían esta etiqueta. Para la selección del corpus no se atendió a la geolocalización, por lo que se abarcaron las intervenciones escritas en español que contenían el hashtag #YoMeQuedoEnCasa. No obstante, como se confirma por el hecho de que una de las palabras más frecuentes del corpus fuera “España”, la mayoría de las publicaciones tratan sobre la situación de este país. El recorte temporal coincide con una de las fracciones con mayor actividad del hashtag #MeQuedoEnCasa. Como puede verse en la Figura 1, la actividad de esta etiqueta se concentró en torno a la semana del 20 al 27 de marzo de 2020. Posteriormente, cayó en desuso y tomó mayor protagonismo # COVID. | es |
dc.identifier.publicationissue | n. 2 | es |
dc.identifier.publicationlastpage | Ejemplo 10 121212121212121212121212121212121212121212121212121212121212 POR TODAS!! 121212121212121212121212121212121212121212121212121212121212#MeQuedoEnCasa 121212 Especialmente interesantes son también los emojis que se usan para contradecir el contenido explícito de un enunciado, es decir, para marcar ironía. A ellos podrían atribuírseles valores relacionados con el compromiso, ya que tanto la ironía como la broma son procesos que arrancan de la heteroglosia, en cuanto implican cierta expansión o contracción diaglósica de atribución o refutación del contenido proposicional del enunciado al que se acompaña. Pongamos, por caso, los Ejemplos. Ejemplo 11 Tengo bizcocho y no lo comparto! 12 Ejemplo 12 No sé qué chándal ponerme 1212 Otros aspectos del encuadre discursivo Además del estudio cuantitativo del corpus extenso, hemos procedido a un análisis cualitativo de la muestra seleccionada de 600 tuits. Para ello, aplicamos el modelo propuesto por Gallardo Paúls (2014), que distingue tres tipos fundamentales de encuadre: el encuadre a nivel enunciativo, el encuadre a nivel textual y el encuadre a nivel interactivo. El encuadre a nivel enunciativo se organiza en torno a las diferentes estrategias léxicas, que ya han sido estudiadas en el análisis lexicométrico, pero también con aspectos de las estrategias predicativas y de las estrategias interaccionales. Desde el punto de vista predicativo, es decir, del entramado de relaciones léxicas, encontramos algunos procesos interesantes, como las relaciones de inclusión del individuo en la colectividad, o las relaciones de metonimia entre el confinamiento y distintos aspectos vinculados con la permanencia en casa. La propia casa aparece como metonimia de la situación y las actividades que hacemos en casa como concreción del confinamiento. En relación con la estrategia intencional, como cabía esperar, predominan los actos de habla expresivos, entre ellos los agradecimientos, las manifestaciones de ánimo en los tuits positivos y la denuncia en los tuits negativos. El ataque al oponente, en este caso personificado en el “gobierno”, también aparece de forma recurrente en los tuits negativos. Los tuits clasificados como neutros tienden a presentar más actos de habla representativos, es decir, muestran qué se hace durante el confinamiento o qué se podría hacer. En lo que concierne al encuadre textual, llama la atención que los tuits positivos son más narrativos o expositivos, mientras que las secuencias argumentativas están más presentes en los tuits negativos. Por su parte, el encuadre interactivo descansa, en gran medida, en el juego de sucesión de diferentes hashtags, con los que se combina el que nos ha ocupado en este trabajo, como en el Ejemplo. Ejemplo 13 Los ratitos de 11 a 12 me dan vida12//12 #CuarentenaPositiva #MeQuedoEnCasa #docentescomprometidos Discusión y conclusiones El análisis de la conversación en torno al hashtag #MeQuedoEnCasa nos aporta algunas claves para comprender el encuadre discursivo que se hizo del confinamiento domiciliario en los primeros días del estado de alarma en España. Como parecía presumible, dada la propia formulación del hashtag, detectamos cierta tendencia hacía la polaridad emocional positiva. La teoría de la valoración nos ha ofrecido un marco teórico amplio y suficientemente flexible para analizar de forma crítica los procedimientos semióticos en los que se concreta la función evaluativa: tanto aspectos lingüísticos como multimodales (Vela y Cantamutto, 2015). El análisis empírico que hemos realizado nos permite identificar ciertas tendencias. Entre ellas: 1) que los tuits más retuiteados mantuvieron una orientación emocional positiva; 2) que las cuentas oficiales o cuentas más influyentes también inclinaron su producción discursiva hacia la polaridad positiva, y 3) que los tuits manifestaron una difusión baja, es decir, circularon en una comunidad poco cohesionada. Desde el punto de vista léxico, las palabras frecuentes resultaron muy similares en los tuits positivos y neutros, mientras que fueron más divergentes en los tuits negativos. De tal suerte que podemos proponer la siguiente síntesis del frame o encuadre sobre el que orbita el hashtag en relación con sus palabras más usadas: Nosotros -yo + gente- (colectividad) nos animamos (ánimo/gracias) para quedarnos en casa (lugar) ahora (día, hoy) por la salud. Estas frecuencias podrían dar cuenta de la centralidad o protipicidad de ciertos conceptos que habrían de someterse a prueba para determinar hasta qué punto obedecen a la disponibilidad cognitiva o a la presión inferencial del grupo social. El análisis de los emojis también expuso la orientación positiva de la conversación virtual y arrojó alguna luz sobre las principales temáticas abordadas en la muestra. Los emojis más frecuentes indican fuerza, ánimo u otras expresiones relacionadas con la manifestación de emociones y la gradación. La etiqueta #MeQuedoEnCasa comienza como una suerte de arenga para la toma de conciencia de la importancia del distanciamiento físico como medida preventiva contra la expansión del virus, al mismo tiempo que funciona como una marca sobre la cual agrupar diferentes iniciativas que ayuden a los ciudadanos en este esfuerzo. La tendencia positiva se acentúa en aquellos mensajes con una orientación interpersonal, mientras que desciende cuando se abordan temas políticos. Esta oposición revela la construcción de cierta identidad comunitaria (Tajfel, 1981), que marca positivamente los mensajes del endogrupo (la comunidad) respecto a aquellos del exogrupo (“los otros”, generalmente, los políticos). Esta construcción identitaria se afianza, además, mediante el empleo de un léxico frecuente común relacionado con el campo semántico de la COVID-19. Por todo ello, podemos concluir que el hashtag #MeQuedoEnCasa ha funcionado como una marca de identidad social, que ha servido para fomentar la responsabilidad del individuo desde valores positivos. Los actos de habla más abundantes de nuestro corpus se corresponden con la enunciación de consejos y actos expresivos de ánimo. La comunidad discursiva que participa de esta etiqueta despliega una actitud responsable y positiva hacia el confinamiento, desde las funciones ideacional, interpersonal y textual. Desde la foto fija de la conversación digital surgida en torno al hashtag #MeQuedoEnCasa, durante el principio del confinamiento domiciliario por la crisis de la COVID-19, este trabajo abre un camino para futuras investigaciones que aporten más información sobre el papel de estas plataformas en la generación de marcos interpretativos. Resultaría interesante comparar los resultados de este estudio con los proporcionados por la exploración de otras etiquetas u otros cortes temporales. Asimismo, sería de interés evaluar la progresión que esta conversación digital ha asumido a lo largo del tiempo y la manera en que se ha ido modulando el enmarque interpretativo. A falta de este estudio diacrónico, los resultados no permiten establecer predicciones sobre el progreso del estado de opinión a lo largo de la crisis sanitaria o el modo en que convivió, en las redes sociales, con otras etiquetas cuya polaridad positiva fuera menos evidente. De igual modo, cabría contrastar las conclusiones de este estudio con el análisis de otras redes de difusión: Twitter® es un espacio público y abierto y, presumiblemente, el posicionamiento discursivo de los sujetos debiera ser distinto del asumido en otras redes sociales privadas como, por ejemplo, WhatsApp. Hemos de reconocer que la polaridad positiva identificada en nuestro estudio no refleja, necesariamente, el acuerdo social con las medidas de aislamiento, sino la manera en que este se materializa discursivamente en Twitter®. | es |
dc.identifier.publicationtitle | Análisis del hashtag #MeQuedoEnCasa: la conversación digital por twitter® ante la emergencia producida por la COVID-19 | es |
dc.identifier.publicationvolume | vol. 26 | es |
dc.peerreviewed | SI | es |
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