Asociación entre el consumo de bebidas energéticas y el cronotipo

Abstract

El consumo de bebidas energéticas ha aumentado notablemente en los últimos años, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes. Estas bebidas contienen altos niveles de cafeína, azúcares y otros estimulantes y suelen utilizarse para la mejora del rendimiento físico y mental. Sin embargo, aunque muchos consumidores no perciben riesgos significativos, su consumo se asocia a varios riesgos para la salud, como problemas cardiovasculares, alteraciones del sueño y efectos negativos para la salud mental. El cronotipo refleja las variaciones individuales en los ritmos circadianos, que regulan funciones fisiológicas. Dado su carácter estimulante, las bebidas energéticas podrían influir en el cronotipo, adaptando los ritmos biológicos a exigencias sociales o académicas. Nuestro objetivo es determinar la asociación entre el consumo de bebidas energéticas y la relación con el cronotipo en estudiantes universitarios. Realizamos un estudio de investigación transversal y observacional. El consumo de bebidas energéticas y su conocimiento sobre ellas se evaluó mediante el cuestionario de conocimiento, actitud y percepción del consumo de bebidas energéticas y el cronotipo se analizó mediante el cuestionario de Horne y Östberg. Se incluyeron 105 estudiantes universitarios en el estudio. El 96,2% de los encuestados conocían la presencia de cafeína en las bebidas energéticas. El 100% de los estudiantes universitarios reconoce que estas bebidas pueden causan latidos cardíacos rápidos. El 55.2% de los participantes afirmó haber mezclado bebidas energéticas con alcohol. Las redes sociales fueron la principal fuente de información sobre las bebidas energéticas. En cuanto al cronotipo de los estudiantes universitarios, el de mayor prevalencia fue el cronotipo intermedio con un 75.2%, seguido por el vespertino moderado (15.2%). Los cronotipos extremos, tanto matutino como vespertino, estuvieron poco representados. No se encontró correlación entre el cronotipo y el consumo de las bebidas. A pesar de conocer la composición y los posibles efectos adversos de las bebidas energéticas, el 55% de los estudiantes del Grado de Enfermería las consume. Sin embargo, su consumo no se asoció a un cronotipo determinado.