Uso de los análogos del GLP-1 para el tratamiento de la obesidad

Abstract

La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial definida por la acumulación desmesurada de masa grasa encontrándose asociada a un elevado riesgo cardio metabólico y a múltiples comorbilidades. Con el transcurso del tiempo, el abordaje de la obesidad ha experimentado notables avances y ante la limitada eficacia de los enfoques tradicionales, los análogos del GLP-1 han surgido como una alternativa terapéutica eficaz. Su mecanismo de acción imita la hormona incretina GLP-1, lo que permite reducir el apetito, aumentar la saciedad, ralentizar el vaciamiento gástrico y modular la secreción de insulina y glucagón. Estos efectos proporcionan pérdidas de peso efectivas y mejoras en el perfil metabólico; en cambio, su administración se asocia a una elevada cantidad de eventos adversos. El presente estudio pretende analizar el impacto de los análogos del GLP-1 en la composición corporal en individuos con obesidad o sobrepeso. Se realizó una revisión sistemática de la literatura existente, donde a través de la estrategia PICO se diseñó la pregunta a investigar. Para la obtención de datos y resultados, se realizó una búsqueda exhaustiva en diferentes bases de datos como PubMed o Scopus siendo seleccionados 38 artículos relevantes. Los análogos del GLP-1, concretamente la liraglutida y semaglutida, han mostrado ser altamente eficaces en la reducción del peso corporal en pacientes con obesidad, así como una notable mejoría de los parámetros metabólicos. Esta pérdida ponderal se debe fundamentalmente a la disminución de la masa grasa, con reducciones mayores del tejido adiposo visceral. Pese a que en general se conserva la masa magra, algunos estudios han notificado leves pérdidas, especialmente con semaglutida subcutánea. A pesar de los beneficios aportados, su uso se asocia frecuentemente a eventos adversos de carácter gastrointestinal que pueden comprometer el estado de salud del paciente. Los análogos del GLP-1 son altamente eficaces en el abordaje de la obesidad debido a la capacidad de estos para inducir una pérdida ponderal sostenida y mejorar la composición corporal mediante la reducción selectiva del tejido adiposo. Pese a ello, su uso se ha asociado a una ligera pérdida de masa magra cuya preservación es de vital importancia para evitar comorbilidades asociadas, así como a un elevado porcentaje de eventos adversos. Por ello, no han de entenderse como una solución única y aislada, sino como una estrategia de abordaje integral donde la modificación de los hábitos de vida desempeñe un papel clave implementando un plan nutricional, así como actividad física regular.