RT info:eu-repo/semantics/article T1 L'insegnamento dell'urbanistica in Italia A1 Erba, Valeria A2 Ediciones Universidad de Valladolid K1 Urbanismo AB En Italia la enseñanza de la urbanística ha sido tradicionalmente impartida en las facultades de arquitectura e ingeniería, que son también los polos de un antagonismo histórico que ha desarrollado una competitividad con justificación en la esfera profesional, también ha producido un dualismo cultural y una rivalidad académica poco productivos para las disciplinas afectadas, la urbanística entre otras, y que no ha mudado con la definición de la licenciatura autónoma en urbanismo, cuyo único resultado ha sido el curso activado en la Universidad de Venecia en 1980. Veremos cómo tampoco las últimas reformas de la organización de los estudios han conseguido la resolución de este nudo. En las Facultades de Ingeniería el Nuovo Ordinamento, o sea la nueva organización de los estudios, ha introducido, como novedad absoluta respecto a la tradicional formación del ingeniero, materias pertenecientes a las áreas culturales históricas y de proyecto urbano, y además confirma y potencia las carreras orientadas hacia la urbanística. Se mantiene entonces, o se fortalece incluso, el paralelismo con la preparación del arquitecto. En las Facultades de Arquitectura el Nuovo Ordinamento incide en dos cuestiones fundamentales. Por un lado, la necesidad de recepción de la directriz de la CEE 85/384 sobre la homogeneización y permeabilización de las figuras profesionales en la Unión Europea, y por otro, la esperada reforma de la ordenación existente considerada inadecuada aunque se remonte sólo a 1982. Otra demanda atendida por la reforma es la posibilidad de activar en las Facultades de Arquitectura -y con la colaboración de las de Ingeniería-los Diplomi Universitari. Estas son carreras de estudios universitarios de sólo tres años, que ofrecen un amplio abanico de cursos para la formación de técnicos especializados, por ejemplo, en el campo urbanístico, el analista de sistemas de información territorial. La reforma de las licenciaturas está en curso. Casi todas las facultades han activado en el año académico 1993/94 el primer año del Corso di Laurea in Architettura, una de las cuatro licenciaturas asignadas a las Facultades de Arquitectura en la reforma. Las otras tres son: el Corso di Laurea di Disegno Industriale, el de Storia e Conservazione dei Beni Architettonici y finalmente el Corso di Laurea di Pianificazione Territoriale Urbanística e Ambientale. El nuevo Plan de Estudios está repartido en un primer ciclo de formación básica, un segundo de formación científico-profesional y el tercero centrado en la preparación para el trabajo final. Las materias definen once áreas disciplinarias, a su vez organizadas en laboratorios y cursos monodisciplinarios o integrados con los laboratorios; éstos tienen que dedicar un tercio de sus horas a garantizar el carácter interdisciplinario de sus contenidos. A la disciplina urbanística en el Nuovo Ordinamento se ha dedicado una de las áreas disciplinarias, un curso en el primer ciclo y además un laboratorio y medio curso en el segundo. Quedan por asignar, en los tres ciclos y a discreción de cada facultad, 600 horas lectivas sobre un total de 4.500. El margen de autonomía dado a las facultades en la definición del plan de estudios es pues reducido. Sin embargo, se subraya su aprovechamiento para incrementar la formación cultural en el campo urbanístico ya desde el primer ciclo. El cuadro de los estudios universitarios donde se enseña el urbanismo se completa con el nivel de postgrado. En Italia, éstos son los ya consolidados Dottorati -sólo en el nombre parecidos a los españoles- las Scuole di Specializzazione, ahora en desarrollo, y los Corsi di Perfezionamento, todavía en sus comienzos. El Nuovo Ordinamento de los estudios de arquitectura cumple más una labor de actualización y reajuste que de verdadera evolución y reforma; y esto con algunas contradicciones. En efecto, fomenta la colaboración entre las Facultades de Arquitectura e Ingeniería, y actualiza su plan de estudios, aunque no hace sino confirmar el paralelismo entre las dos figuras, sin llegar a aclarar su relación ni una eventual especialización. De hecho, este planteamiento acepta la actual organización fundada sobre la coexistencia entre diferentes figuras y colegios profesionales, con competencias en parte superpuestas y consecuentemente en competición en el mundo del trabajo, cuyo libre y eficaz funcionamiento nunca se ha conseguido, precisamente por el funcionamiento de las mismas asociaciones profesionales. Esto pone de relieve la infravaloración por parte del legislador del Corso di Laurea in Pianificazione Territoriale Urbanística e Ambientale. Por un lado esta carrera no da ninguna posibilidad de acceso al Ordine degli Architetti, el Colegio de Arquitectos italiano, y no existe otra asociación que garantice una organización equivalente de la profesión. Por otro lado, su equiparación a nivel de preparación académica es cuestionada por la diferente duración: cuatro años al lado de los cinco años del Corso di Laurea in Architettura. Se reproduce así la situación anterior, muy criticada, con una carrera de arquitectura articulada en indirizzi -poco más individualizados que las especialidades de la carrera española- pero sin discriminación respecto al acceso al Colegio, incluido el de urbanismo, y una carrera en Pianificazione Territoriale e Urbanística sin ningún tipo de organización profesional. La profesora Valeria Erba subraya entonces la necesidad de dar un sentido a este desdoblamiento, de precisar la figura profesional del urbanista, de aclarar el estatuto disciplinar del urbanismo y de reactivar el debate sobre la enseñanza, a la vez que defiende la creación de un colegio profesional autónomo y la necesidad de evitar la fragmentación de la disciplina entre proyecto urbanístico y planeamiento urbanístico y territorial. SN 1133-6579 YR 1995 FD 1995 LK http://uvadoc.uva.es/handle/10324/10178 UL http://uvadoc.uva.es/handle/10324/10178 LA spa NO Ciudades: Revista del Instituto Universitario de Urbanística de la Universidad de Valladolid, 1995, N.2, pags.119-126 DS UVaDOC RD 19-abr-2024