La crisis financiera internacional ha hecho tambalear los cimientos del sistema financiero y bancario a nivel mundial. Las actuaciones de los Bancos Centrales son las que han determinado la intensidad y duración de la crisis, tal y como se ha puesto de manifiesto con la FED y el BCE a través de sus medidas de política monetaria.
El caso de Europa destaca debido a que la crisis de la deuda soberana agravó los efectos de la crisis económica, tras un incremento generalizado de la prima de riesgo. Países como Grecia tuvieron que ser intervenidos, y otros como España lo fueron de manera parcial con un complejo proceso de reestructuración bancaria del que salieron entidades como BFA – Bankia.
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