La situación de crisis económica surgida hace unos años ha establecido un nuevo escenario, tanto en la sociedad como para el ejercicio profesional.
España siempre ha sido de los países con mayor riesgo de pobreza, pero tras la crisis las cifras se han vuelto realmente preocupantes, incrementándose la posibilidad de terminar siendo crónica. Lo que pone de manifiesto la insuficiencia de la red de protección social.
Desde el Trabajo Social se puede y se debe dar respuestas de carácter integral que impliquen a dichos sistemas de protección social.
A través de este trabajo nos remontamos a los inicios de la presente crisis económica, tratando de reflejar el duro momento que los colectivos más vulnerables, entre ellos la infancia, atraviesan y cómo a consecuencia del fuerte impacto de las dificultades económicas en las familias se ha agravado tal situación, pasando por último a analizar los posibles retos profesionales que los trabajadores sociales deben hacer frente.
