El desconocimiento de las características que definen a las personas con discapacidad intelectual dificulta su inclusión en la sociedad. A pesar de que desde la legislación se contempla la ejecución de medidas que fomenten la inserción plena de este colectivo en las actividades cotidianas, lo cierto es que no existen numerosos programas concretos que ayuden a lograr tal fin. En el presente trabajo se propone un proyecto, basado en la metodología aprendizaje-servicio, en el que estudiantes de la ESO y personas con discapacidad intelectual trabajan cooperativamente para llevar a cabo una acción social. Se trata de que los participantes vivan una experiencia con la que aprendan, adquieran competencias, se sientan realizados y comprendan el valor de la ayuda de los demás.
