El autor analiza primero el contexto de la “globalización” para las relaciones internacionales. Revisa la evolución histórica del concepto de “marca” en el marketing y la publicidad, y se centra en las estrategias de políticas de estado conocidas como “marca-pais”. Finalmente analiza, en base a datos oficiales y valiéndose del Hexágono de Anholt, las posibilidades de Madagascar para adoptar estas estrategias. Como conclusión propone aprovechar la implantación de esa nueva política de Estado “marca Madagascar” para impulsar reformas internas, exigiendo a las empresas e instituciones participantes la firma de un compromiso ético que permita erradicar de las prácticas empresariales los abusos laborales y daños al medio ambiente.
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