La nefropatía diabética es una enfermedad renal de gran prevalencia; en España se observa en el 30-40% de los diabéticos tipo 1 y en el 15-20% de los diabético tipo 2. Para poder diagnosticar esta enfermedad, la diabetes tiene que tener una evolución mínima de 10 años. La dieta es uno de los pilares fundamentales en su control metabólico; el problema surge al tener que combinar los requerimientos del paciente diabético con su nefropatía, procurando alcanzar una ingesta adecuada que cubra las necesidades en los pacientes para evitar así una malnutrición energético-proteica. Por todo ello hay que definir cuándo y cómo realizar una valoración nutricional y definir el tratamiento dietético más adecuado para cada momento, con el objetivo de corregir o evitar dicha malnutrición sin olvidarnos de las alteraciones metabólicas que acompañan a la enfermedad renal crónica avanzada.
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