En un mundo en el que la religión puede
controlarlo todo, las clases gobernantes
hacen uso de ella para lograr lo que sea
que se propongan.
Presagios, auspicios, divinizaciones y/o
ascendencias divinas son las armas
empleadas en esta batalla de poder.
Algunos consiguen pasar los límites de la
vida y logran ser recordados aún tras
morir, pero otros son condenados al
eterno olvido.
Es Augusto el protagonista de este trabajo
académico y a partir de él, de sus métodos
y de sus logros, se desarrollarán ciertas
ideas respecto al uso de la religión en la
política.
