Desde la perspectiva de una futura maestra de educación infantil, este Trabajo de Fin de Grado focaliza su atención en las posibilidades de trabajar competencias ligadas a la educación inclusiva -o a la inclusión educativa- por medio de la lengua de signos, que se mira aquí no solo como lengua natural de las personas sordas, sino también como herramienta pedagógica.
El trabajo presenta una propuesta práctica de intervención desarrollada durante nuestro período de Practicum en un aula de segundo ciclo de Educación infantil. Con ello pretendemos, en primer lugar, dejar evidencias de una posible manera de desarrollar, desde la educación infantil, competencias relacionadas con la inclusión y con los valores que ésta nos aporta, al tiempo que abrir cauces que permitan a los profesionales de la Educación Infantil, abordar otras propuestas de naturaleza semejante.
Lo concebimos estructurando en tres bloques principales. En primer lugar, el marco teórico supuesto por la inclusión como concepto y como derecho, así como de su evolución y de su definitiva incorporación al ámbito de la escuela. El segundo bloque constituye el núcleo central de nuestra propuesta de intervención educativa, llevada a cabo con niños y niñas de segundo ciclo de educación infantil. En el tercer bloque, recogemos no sólo las reflexiones producto de la práctica educativa, sino que nos aventuramos a reelaborar nuestra propuesta a partir de la retroinformación obtenida durante la praxis, lo que supone que entendemos la educación como proceso de evolución continuado por parte del discente, pero también por parte del docente y del propio proceso de enseñanza-aprendizaje.
Su principal objetivo es mostrar una propuesta practica para trabajar, desde la educación infantil, la inclusión y los valores a los que ésta aparece asociada, como vía para la adquisición y el desarrollo de competencias capaces de conseguir una sociedad más inclusiva o, lo que es lo mismo, más igualitaria y más justa.
