En 1512 se produce la invasión de Navarra por parte del Reino de Castilla. Esta fecha es capital en la historia de España ya que a partir de aquí la relación entre ambos reinos será muy singular, después de que el reino de Navarra perdiese su independencia tras la invasión. Tras este hecho Navarra seguiría conservando su propia organización y corpus legislativo, existiendo procedimientos para evitar choques con el Derecho emanado del Rey. La situación permanece estable hasta la aparición del carlismo a principios del siglo XIX, que lleva al campo de batalla la lucha por los fueros, y posteriormente del nacionalismo vasco, que amparándose en la defensa de los fueros aprovecha para intentar legitimar un discurso soberanista en Navarra. Eso, unido a las discusiones sobre la carga fiscal que Navarra debía soportar, hace precisa una correcta comprensión y análisis de estos elementos.
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