[ES]Entre los territorios del vino de calidad de Castilla y León, los situados en el borde fronterizo con Portugal (Arribes del Duero), contribuyen a dar forma a uno de los paisajes agrarios más singulares de España. En ellos, bodegas, lagares y viñedos en terrazas son la materialidad más evidente de una cultura del vino que se completa al considerar el rico repertorio de los valores inmateriales. Fuertemente condicionado por unos rasgos ecológicos singulares, el viñedo, como parte sustancial del paisaje agrario, ha vivido el abandono asociado a la despoblación. Ahora, al amparo de los valores naturales y del prestigio de los vino del Duero, los Arribes tienen en su patrimonio vitivinícola una vía más para el desarrollo sostennible social, ambiental y económico. La presente comunicación tienen como objetivo realizar una valoración sintética de los atributos patrimoniales más singulares del paisaje vitivinícola de Arribes del Duero
