El logopeda novel se enfrenta por primera vez al ámbito laboral. Esta nueva situación supone un reto, puesto que se pueden presentar sensaciones desagradables relacionadas con la autopercepción y la falta de experiencia práctica. La intervención logopédica requiere utilizar ciertas habilidades terapéuticas, sin embargo, independientemente de la formación del profesional, pueden interponerse dichas barreras psicológicas, dificultando su correcta actuación. Este trabajo tiene el objetivo de señalar y analizar los componentes psicológicos que pueden desencadenar experiencias negativas en torno a la práctica profesional, y más especialmente, ahondar en todos aquellos que definen un fenómeno concreto: el Síndrome del Impostor (SI). Para ello se realizó una revisión de la literatura al respecto y se analizaron las percepciones sobre sí mismos de una muestra de alumnos de 4º de logopedia a través de un cuestionario específico para conocer qué rasgos del Síndrome del Impostor presentan y determinar en qué intensidad se manifiesta este fenómeno en el alumnado. Los resultados reflejan una presencia notoria del Síndrome del Impostor en múltiples aspectos, así como la necesidad de que el alumnado trabaje en construir un autoconcepto positivo y una percepción de autoeficacia adecuada.
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