El establecimiento de la Compañía de Jesús en las principales villas comerciales del País Vasco fue complejo y conflictivo. En este trabajo se reflexiona en torno a este proceso en Bilbao, en un contexto de disidencia entre el Cabildo eclesiástico y el Regimiento en torno al patronazgo de las iglesias. Diezmos, presentación de clérigos, capital social y control de los símbolos de la parroquialidad fueron elementos fundamentales en el desarrollo de las estrategias de poder de las elites urbanas. Los jesuitas fueron vistos como una amenaza.
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