Actitudes y prácticas del profesorado comprometido con la inclusión. Un estudio de casos

Abstract

Analysing the work done in classrooms to welcome human diversity is an essential task of educational research. If we intend to break down the barriers that prevent us from speaking without labels of difference as an educational wealth, if we wish to build a truly inclusive society, we must show that the process can begin at school. This research presents three case studies in which we analyse how an early childhood education teacher, an elementary school teacher and principal, and a secondary school teacher (with a clear commitment to social transformation) perceive and practice educational inclusion and what improvements they propose to build classrooms coherent with inclusive education. This approach aims to analyse, in each case, whether positive attitudes towards educational inclusion are consistent with classroom practices defined as inclusive and to examine the contextual and ideological elements that affect this relationship. The results show that an inclusive attitude is based on: a) pedagogical knowledge inherited from some key referents; b) feelings and desires based on love and resistance to injustice; c) practical thinking that arises from personal reflection and dialogue and collaboration with others (primarily through participation in critical teacher networks such as the PRM). Each teacher's ideology is developed with an ethical and moral commitment, primarily political, arising from a feeling that forges a desire for transformation. The case studies also analyse teachers' practices, examining their alignment with practices described in the scientific literature on inclusion and their consistency with inclusive attitudes.

Analizar el trabajo que se hace en las aulas para acoger a la diversidad humana es una tarea esencial de la investigación educativa. Si pretendemos derribar las barreras que impiden hablar sin etiquetas de la diferencia como riqueza educativa, si deseamos construir una sociedad realmente inclusiva, hemos de mostrar que el proceso puede comenzar en la escuela. Esta investigación presenta tres estudios de caso en los cuales se analiza cómo una maestra de educación infantil, una maestra y directora de escuela primaria y un profesor de un instituto de secundaria —con un claro compromiso con la transformación social—perciben y practican la inclusión educativa y qué mejoras proponen para construir aulas coherentes con la educación inclusiva. La propuesta tiene por fin analizar, en cada caso, si las actitudes positivas hacia la inclusión educativa son coherentes con las prácticas de aula definidas como inclusivas y examinar los elementos contextuales e ideológicos que afectan a esta relación. Los resultados demuestran que una actitud inclusiva se sustenta en: a) unos saberes pedagógicos heredados de unos y de unas referentes claves; b) unos sentimientos y anhelos fundamentados en el amor y la resistencia ante la injusticia, c) un pensamiento práctico que surge de la reflexión personal y del diálogo y la colaboración con otras personas (sobre todo con la participación en redes críticas de profesorado como los MRP). La ideología de cada docente se desarrolla con un compromiso ético y moral, sobre todo político, que surge de un sentimiento que forja un deseo de transformación. En los estudios de caso también se analizan las prácticas del profesorado, examinando su alineamiento con las prácticas descritas en la literatura científica sobre inclusión y su coherencia con las actitudes inclusivas.