Desde hace años se viene utilizando la literatura emblemática como fuente de estudio que nos aproxima a la interpretación de determinadas obras de arte y en general de la cultura de una parte de la Edad Moderna, siendo especialmente importante su conocimiento para los siglos XVI y XVII. Si bien su surgimiento se sitúa con la publicación de Emblematum liber de Andrea Alcitato -Augsburgo, 1531-, existe un género protoemblemático, con divisas y empresas como formas de expresión, que igualmente ha sido tenido en cuenta a la hora de analizar diferentes manifestaciones artísticas y que nos lleva a un periodo incluso anterior. Como es sabido proliferaron libros de emblemas, pero también empresas, divisas y jeroglíficos que enriquecían la lectura de aquellas manifestaciones artísticas o literarias en las que se incorporaban.
La investigación en torno a todo este campo ha enriquecido el conocimiento de todo tipo de manifestaciones artísticas, desde motivos escultóricos o pictóricos a arquitecturas efímeras; de diferentes temáticas, tanto la religiosa, como la festiva o la política. Los Habsgurgo no fueron ajenos a su uso, como la historiografía ha demostrado.
La revisión de lo publicado hasta el momento ayudará a entender la relevancia que una corte como la habsbúrgica tuvo en este campo; pero igualmente cómo sin el conocimiento y manejo de esta fuente literaria y gráfica no se pueden comprender las artes de ese momento.
