La cristología hunde sus raíces en la Tradición misma de la Iglesia. Con el fin de abrir su horizonte de comprensión para dialogar con la cultura y la ciencia, debe volver sobre sus propios orígenes para una autocomprensión de su propio patrimonio intelectual, espiritual y místico. Así, el artículo propone un esquema de trabajo compuesto de tres partes: la evolución cristológica y mística en los tiempos patrísticos; examen del paradigma actual de la cristología en el marco de la segunda era axial; y una propuesta de un método teológico que dialogue con la Tradición para una cristología “desde arriba” cuyo interlocutor sea una “cristología desde abajo”.
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