Brasil fue uno de los miembros fundadores de la Sociedad de Naciones, fundada el 10 de enero de 1920. Entrando en la Sociedad de Naciones, Brasil quería alcanzar los dos principales objetivos: por un lado, querría aumentar, consolidar y fortalecer su influencia y su peso internacional, por otro lado, como la manifestación de este hecho, conseguir y obtener el asiento permanente o sea convertirse en el miembro permanente del Consejo. La cuestión del miembro permanente del Consejo de Sociedad de Naciones de Brasil se planteaba tres veces en tres distintas formas y en tres distintas ocasiones. Como no tuvieron éxito las tentativas brasileñas, el país el 14 de junio de 1926 abandonó oficialmente la organización. La retirada efectiva entró en vigor el 13 de junio de 1928.El artículo analiza el proceso y las consecuencias de la salida de la Sociedad de Naciones de Brasil.
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