Este libro se propone ofrecer una visión general de la evolución del monacato (en un sentido amplio que incluye a hombres y mujeres, benedictinos y mendicantes, ermitaños y beatas) en España, desde sus primeras manifestaciones hasta los Reyes Católicos. Con ello se llena un hueco en la historiografía, pues los numerosos libros y artículos sobre el tema, muy abundantes en las últimas décadas, ofrecían una gran cantidad de información y de perspectivas de análisis, pero muy fragmentadas. No es posible resumir aquí todos los contenidos. El complejo fenómeno del monacato se aborda desde múltiples perspectivas, con ejemplos tomados de monasterios de diferentes reinos, aunque con un mayor peso de lo que acabó siendo la Corona de Castilla. Por otra parte, se integra la bibliografía existente con los trabajos del propio autor, en algunos casos inéditos, en cuanto que son útiles para completar algunos aspectos.
La primera parte se dedica al monacato romano-visigodo y altomedieval, con especial atención a temas como las reglas, los monasterios familiares, la relación con los obispos o el eremitismo, sin descuidar el monacato femenino y sus variadas manifestaciones. En la segunda, se estudia la implantación de las distintas órdenes religiosas y sus consecuencias, de nuevo individualizando el monacato femenino por sus especiales características; las relaciones de estos cenobios con reyes y aristócratas, la formación de los grandes dominios y el papel de los monasterios como señores; la organización interna de las comunidades monásticas, la forma de vida en los monasterios, el papel de los libros y bibliotecas o de la enseñanza, se aborda intentando alejarse de los tópicos. En la tercera parte se revisan las debilidades y fortalezas de los monasterios en los siglos XIV y XV, un tiempo que suele encuadrarse en el binomio crisis-reforma, tal vez muy simplificador, que oculta la importancia que estos monasterios siguieron teniendo a pesar de los problemas que atravesaban.
