Evaluación clínica y del rendimiento cognitivo y motor en niños en seguimiento en salud mental y antecedentes familiares de trastornos del espectro de la esquizofrenia

Abstract

INTRODUCTION

Ethiopatogenic models of schizophrenia take in consideration neurodevelopmental theories. Premorbid motor and cognitive problems, poor social adjustment and internalizing and externalizing psychopathology have been described in patients with schizophrenia. It has been postulated that combination of several neurodevelopmental markers and “Thought Problems” CBCL subscale may help identify those ah higher risk.

OBJECTIVE

In a child and adolescent outpatient psychiatric clinic, we expect to define a group with more schizophrenia spectrum disorders (SSD) theoretical risk, based on neurodevelopmental premorbid characteristics, including current psychopathology, cognitive and motor performance and family history of the disease. We expect that a group of patients with family history of SSD and/or clinical scores on Child Behavior Checklist (CBCL) Thought Problems subscale present with more internalizing, social and attention problems and also lower performance on general cognition, social cognition, executive function and motor function.

METHODS

Seventy-five children (aged 7 to 16; mean 12 y/o; 53% males) were recruited (45 reported family history). They completed the Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC-V), Movement Assessment Battery for Children (MABC-2), social cognition from the Developmental NEuroPSYchological Assessment (NEPSY-II) and Conners Continuous Performance Test (CPT-3). Parents completed the Child Behavior Checklist (CBCL) and Behavior Rating Inventory of Executive Function (BRIEF-2).

RESULTS

A neurodevelopmental disorder was the primary diagnosis in 65% (mainly ADHD). Motor performance and emotion recognition were below expected by age, and IQ and attention was average. Males performed worse in manual dexterity and presented more neurodevelopmental disorders. No relevant differences in relation to family history were found (except more attention problems in those with no family history of SSD). The main finding is that patients with clinical scores on Thought Problems subscale had symptoms in Internalizing subscales (Anxious/Depressed, Withdrawal/Depressed, somatic problems) and Attention and social problems on CBCL, and more externalizing symptoms, although below the clinical range. This group more often presented a secondary diagnosis, lived in urban area, had Executive Function problems and performed worse in Emotion Recognition (and more often made “angry” errors). No differences were found on sustained attention, general cognition, motor performance or theory of mind.

CONCLUSIONS

We consider that this group of children and adolescents with elevated scores on Thought Problems CBCL subscale deserves more attention in clinical practice because they present with several risk markers. It would be recommended to implement therapeutical and preventive strategies adressing executive function, motor dexterity and social cognition. Longitudinal follow-up will inform about the relationship between precursors, other environmental factors and the development of SSD or other forms of psychopathology.

INTRODUCCIÓN

Los modelos explicativos actuales de la etiopatogenia de la esquizofrenia otorgan un papel importante al neurodesarrollo. Se han descrito alteraciones premórbidas tempranas en rendimiento cognitivo y motor, así como dificultades en el ajuste social y psicopatología internalizante y externalizante en pacientes que en la edad adulta desarrollan trastornos del espectro de la esquizofrenia. Se ha sugerido la utilidad de combinar varios marcadores del neurodesarrollo y el empleo de escalas clínicas de amplio uso como la Child Behaviour Checklist -CBCL- y en concreto la subescala “problemas de pensamiento” para identificar individuos con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad en el futuro.

OBJETIVOS

Nuestro objetivo es discriminar, entre los pacientes que acuden a consultas de psiquiatría infanto-juvenil, un grupo con mayor riesgo teórico de presentar trastornos del espectro de la esquizofrenia en el futuro, en base a las características propias de la etapa premórbida de la enfermedad descritas en la literatura según el modelo basado en el neurodesarrollo, incluyendo su psicopatología actual, rendimiento cognitivo, motor y antecedentes familiares. Esperamos que la presencia de “antecedentes familiares en el espectro de la esquizofrenia” y/o puntuaciones elevadas en la subescala “problemas de pensamiento” de la CBCL discrimine un grupo de pacientes que asocie además otros síntomas internalizantes, problemas sociales y de atención y que presente dificultades en el rendimiento neuropsicológico (cognición general, cognición social y función ejecutiva) y motor.

MATERIAL Y MÉTODOS

Participan en el estudio 75 niños y adolescentes en seguimiento en salud mental, 45 con antecedentes familiares de primer o segundo grado de trastornos del espectro de la esquizofrenia y 30 sin antecedentes familiares de psicosis. Se aplica a los niños el Test de Ejecución Continua de Conners -CPT-3-, la Batería para la Evaluación del Movimiento -MABC-2-, las pruebas de cognición social (teoría de la mente y reconocimiento de emociones) de la batería Neuropsicológica Infantil -NEPSY-II- y la escala de inteligencia Wechsler para niños -WISC-V-. Los padres completan el inventario de conducta en niños CBCL de Achenbach y el cuestionario BRIEF-2 de Evaluación Conductual de la Función Ejecutiva. RESULTADOS En la muestra total el 65% de los niños presenta un trastorno del neurodesarrollo, principalmente TDAH. Como grupo, su rendimiento motor y en reconocimiento de emociones es menor que el esperado mientras que el cociente intelectual y la atención sostenida se sitúan en la media. Los varones tienen más dificultad en destreza manual y presentan más trastornos del neurodesarrollo. No se evidencian diferencias entre los grupos en relación con la historia familiar excepto más problemas de atención en aquellos sin antecedentes familiares. El principal hallazgo es que el grupo de pacientes con puntuaciones elevadas en “problemas de pensamiento” asocia más psicopatología en el rango clínico en las escalas internalizante (ansiedad/depresión, aislamiento/depresión, quejas somáticas), problemas de atención y problemas sociales y más sintomatología externalizante, aunque no en el rango clínico. También con más frecuencia reciben un segundo diagnóstico, residen en el entorno urbano, tienen problemas en función ejecutiva, en reconocimiento de emociones y cometen más errores de atribución de “ira” a otras emociones. No se encuentran diferencias significativas en atención sostenida, cociente intelectual, rendimiento motor o teoría de la mente.

CONCLUSIONES

Consideramos que este grupo de niños con puntuaciones elevadas en la subescala “problemas de pensamiento” merece una mayor atención en la práctica clínica por mostrar agrupación de varios de los precursores descritos. Sería recomendable implementar estrategias terapéuticas y preventivas en función ejecutiva, destreza motora y cognición social en esta etapa de mayor plasticidad. El seguimiento longitudinal ofrecerá información acerca de la relación entre los precursores, otros factores de riesgo ambientales y el desarrollo de trastornos del espectro de la esquizofrenia u otras patologías.