El Trastorno del Espectro Autista es una alteración del neurodesarrollo caracterizada, León y Laso (2006) por dificultades en la comunicación e interacción social, así como por un repertorio restringido de intereses y comportamientos. Una de las áreas más afectadas es la comunicación no verbal, lo que hace especialmente relevante la intervención centrada en la enseñanza de habilidades y estrategias que ayuden a compensar estas limitaciones, dotándolas de funcionalidad y reduciendo el estrés que pueden generar en la vida cotidiana (García de la Torre, 2002).
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