Vulneración del Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia por los canales de televisión Clan y Neox

Abstract

La televisión es el medio de comunicación que más usuarios congrega frente a sus pantallas. La comunión de imagen y sonido, sus emisiones continúas, su fácil accesibilidad y su gratuidad la han convertido en la estrella del entretenimiento en los hogares. Una progresión que genera una oferta de canales cada vez más prolífera, y que permite el nacimiento de cadenas temáticas dirigidas a audiencias particulares. Los niños han sido uno de los principales targets en los que se ha enfocado la diversificación de televisiones. Todas con un denominador común: una imagen aparentemente inocua que parece ser el pasatiempos perfecto para los menores, que pasan a diario horas distraídos ante el incesante alud de imágenes y sonidos, en actitud de esparcimiento y absorbiendo todo cuanto acontece ante su mirada, sea bueno o malo. Todo. Pero, ¿es oro todo lo que reluce? Sabemos que a pesar de que las cadenas están adscritas a diversos códigos de autorregulación, muchas reciben denuncias que cristalizan en multas, la mayoría dirigidas a los canales generalistas, pero, ¿qué ocurre con los recientes medios dirigidos específicamente a niños? ¿Están tan comprometidos con la deontología como muestran las estadísticas? ¿O quizá es debido a que sus audiencias potenciales son menores sin la capacidad o la iniciativa de denunciar las posibles negligencias? Para desterrar todos estos interrogantes nace este Trabajo Fin de Grado.

Television is the medium of communication that gathers most users in front of its screens. The fusion of image and sound, continuous broadcasts, easy accessibility and gratuity have made it the home entertainment star. A progression that offers an increasingly prolific spectrum of channels, including the creation of thematic channels directed at particular audiences. Children have been one of the main targets in which the diversification of TV channels has been focused. All with a common denominator: an apparently innocuous image that portrays a perfect pastime for kids, who spend hours distracted before a constant avalanche of images and sounds, in a recreational context, absorbing all that happens before their eyes, be it good or bad. Everything. But is everything that happens before the eyes of a child, sat square in front of a television, screen really harmless? We know that although the channels are attached to various self-regulation codes, many receive complaints that become fines; most of them directed at generalist channels, but what about new media aimed specifically at children? Are they as committed to deontology as the statistics show? Or maybe is it because their potential audiences are children without the ability or the initiative to report potential negligence? The current thought process and its consequential development constructed into this TFG were formed to answer such questions.