El trabajo demuestra cómo la incorporación de los criterios medioambiental y social, adicionales al económico, constituyen elementos claves en la toma de decisiones debiendo ser considerados los mismos de forma prioritaria en los análisis de producción energética. Las interacciones existentes entre estos tres subsistemas (pilares básicos del enfoque triangular del desarrollo sostenible, DS) resultan fundamentales a la hora de optimizar un sistema energético.
El método de estudio aplica un modelo de decisión multicriterio enmarcándose la técnica empleada entre las de tipo continuo mediante “programación por metas ponderadas”.
Los resultados obtenidos en la optimización muestran un reparto basado en cuatro fuentes energéticas resultando destacable que tres de las mismas son renovables.
Los resultados obtenidos permiten concluir cómo la introducción de criterios adicionales a los económicos modifica muy significativamente el balance energético a emplear en el mix óptimo y cómo dentro del mismo las energías renovables poseen un peso fundamental.
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