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dc.contributor.advisorFernández Lázaro, Diego es
dc.contributor.advisorJorge Finnigan, Conradoes
dc.contributor.authorIglesias Lázaro, María
dc.contributor.editorUniversidad de Valladolid. Facultad de Ciencias de la Salud de Soriaes
dc.date.accessioned2024-07-02T11:12:58Z
dc.date.available2024-07-02T11:12:58Z
dc.date.issued2022
dc.identifier.urihttps://uvadoc.uva.es/handle/10324/68364
dc.description.abstractIntroducción: La esclerodermia sistémica es una enfermedad autoinmune que afecta al tejido conectivo, caracterizada por fibrosis de la piel y de órganos internos. Actualmente no se dispone de ningún tratamiento curativo, por lo que la acción terapéutica va encaminada al tratamiento sintomático de los órganos afectados. El desarrollo de la biotecnología ha permitido implementar ciertos fármacos biológicos que podrían representan una ventana de oportunidad de modulación de la evolución y sintomatología de la esclerodermia con mayor eficacia y menor toxicidad que los tratamientos convencionales. Objetivos: Revisar crítica y sistemáticamente las pruebas actuales sobre los efectos de los fármacos biológicos en los biomarcadores de salud de pacientes afectados por Esclerodermia Sistémica con afectación cutánea difusa. Material y métodos: Se realizaron búsquedas sistemáticas en tres bases de datos electrónicas (Pubmed, Dialnet y Cochrane Library Plus), hasta la fecha límite de abril de 2021. La revisión se llevó a cabo siguiendo las directrices de Informes de Elementos Preferidos para Revisiones Sistemáticas y Metaanálisis (PRISMA) e incluyó artículos originales en ingles con un diseño de ensayo controlado, en el que se comparó el tratamiento de fármacos biológicos (Tocilizumab, Belimumab, Riociguat, Abatacept y Romilkimab) con un grupo control. La calidad metodológica de los estudios se evaluó mediante el formulario cuantitativo de McMaster y la escala PEDro. Resultados: Se identificaron 383 estudios, de los cuales 6 cumplían los criterios establecidos y se incluyeron en la presente revisión sistemática. Se incluyeron un total de 426 pacientes tratados con Tocilizumab, Belimumab, Riociguat, Abatacept y Romilkimab. Los resultados mostraron tendencias notables en la mejora sobre el endurecimiento cutáneo. En todos los estudios se observaron mejoras en la función pulmonar excepto en el ensayo con Tocilizumab. La capacidad funcional aumentó tras los ensayos con Riociguat, Romilkimab y Abatacept. No se reportaron efectos adversos de gravedad tras la administración de los fármacos. Conclusiones: Los fármacos biológicos mejoran la fibrosis dérmica y pulmonar y permiten un aumento de la capacidad funcional, mejorando así la calidad de vida del paciente con esclerodermia sistémica. Son seguros, aunque mostraron leves efectos adversos. Por todo ello, suponen una nueva estrategia terapéutica para la esclerodermia sistémica.es
dc.format.mimetypeapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subject.classificationEsclerodermia Sistémicaes
dc.titleImpacto de Innovadoras Terapias Biológicas para la Modulación de la Esclerodermia Sistémica: Una Revisión Sistemáticaes
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesises
dc.description.degreeGrado en Enfermeríaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*


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