La pandemia ocasionada por la expansión de la enfermedad COVID-19 ha dejado terribles consecuencias a su paso alrededor del mundo, tanto en términos sociales como económicos. En España, como medida de contención de los contagios, se establecieron restricciones de movilidad a todos los niveles, afectando a muchos sectores económicos, y en especial, al sector turístico. La falta de seguridad y la incertidumbre también ha socavado la intención de viaje de algunos turistas españoles, y ha cambiado la forma en la que viajarán muchos otros. El día 9 de mayo de 2020 se dio por finalizado el estado de alarma en el territorio español, volviendo a permitirse la movilidad, y, por lo tanto, reactivándose la “nueva” actividad turística. Estas circunstancias convierten en fundamental estudiar el comportamiento del consumidor (turista español) para que la industria turística sea capaz de adaptarse a sus necesidades y demandas tras lo ocurrido.
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