Esta tesis persigue el objetivo de presentar los elementos que, entre 1842 y los albores de la segunda guerra mundial, se consideraba conformaban la identidad nacional belga, y cómo éstos se difunden a través de contenidos de los 300 manuales de lectura en lengua francesa, para la escuela primaria, que he analizado. Es una investigación que trata de identidad, en la encrucijada entre historia, política, sociedad y discurso escolar. Partiendo de esta premisa fundamental, he desarrollado dos hipótesis principales. La primera consiste en afirmar que los argumentos utilizados por el discurso escolar belga de aproximadamente el primer siglo de existencia del país, son idénticos a los que las primeras autoridades del Estado se esforzaron en desarrollar. La segunda conjetura apunta a demostrar que los pilares identitarios que formarían la idiosincrasia belga son en realidad la negación de tres complejos de los que sufriría el país.
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